Mis vacaciones: Un día de playa cualquiera

Y que haya más de un kilómetro de arena y que se tengan que poner justo al lado!!

Si, estoy en la playa. Esta mañana estaba un poco nublado pero al final bocata, un poco de fruta, botella de agua congelada y...... a la playa!!

Oficialmente hoy es mi primer día porque aquel que nos tuvimos que marchar antes de que nos frieran en una sartén gigante después de confundirnos con unas ricas croquetas no cuenta. Menuda ventisca! Una hora de reloj para poner dos toallas y cuando lo conseguimos y vimos que habían desaparecido bajo la arena, decidimos irnos. 

Así que es hoy el que cuenta como inicio de mis días playeros y por lo tanto de mis vacaciones.

A lo que iba, se está de cine hoy aquí. Es viernes pero casi no hay gente. Hay sitio de sobra para ponerte donde quieras y de unas tollas a otras se podría jugar, si te da la gana, hasta un madrid-barça aficionados de los dos equipos incluidos, por supuesto. Pues no. A la señora le parece que no, vaya por dios. Llega y se tiene que poner pegada a nosotras! Menos mal que el maridito anduvo listo, se dio cuenta de nuestras caras y no la dejo ni acabar de posar la bolsa en el suelo.

A mi particularmente me agobian las playas llenas de gente, todos pegados como siameses. Precisamente por eso venimos a esta. Es tranquila, y hay espacio de sobra para todos aún así....otra vez!

Dos minutos después y otra señora..... la misma jugada. Pero bueno!! ¿que pasa?? al final vamos a tener que acordonar la zona o qué? Y ni moverse claro. Esta no tenía maridito que le llamase la atención y a mi ya me estaba entrando un complejo de imán que ni te cuento. Ummmm, por algo hago yo tantos viajes a la nevera últimamente.......Acabáramos!!

Toallas puestas. Sombrilla estratégicamente colocada de manera que no nos tape pero la tengamos cerca, con las bolsas de la comida y el agua debajo. Ropa quitada y crema dada.
Por supuesto bikini negro, que el negro adelgaza y aunque sea a pequeña escala (porque tela, lo que se dice tela.... mucha no tienen la verdad) algo hará.
Nos sentamos dispuestas a tumbarnos. Nos miramos.
-"Que.... ¿al agua?"
-"Vale!, vamos!"
Buena decisión, solo hay una pega: hay marea baja. El agua (en esta playa por lo menos) está a  años luz cuando hay marea baja. Con deciros que otro de los usos que le damos a la sombrilla es el de tipo faro para guiarnos cuando volvemos de bañarnos.....
Además solo somos dos. El dinero, tarjetas y demás lo hemos dejado en el coche pero con  el móvil y las llaves.....¿que hacemos? Yo, cuanto más mayor más desconfiada soy y no debería de pasar nada pero  ¿y si pasa?
En estas que.....aha ha!!!! Mi amiga tiene la solución. Bolsa de plástico de esas de meter comida para congelar  con  cierre hermético. Móviles y llaves dentro. Agujero excavado en la arena disimuladamente y a enterrar, como si fuese un gran tesoro y nosotras unas intrépidas piratas y, como dirían en algún programa que otro, " esto amigos..... ha sido el brico-consejo de hoy" ( nota de la autora: leer esta última frase como si contaseis un chiste de vascos...).

Después de la excursión hasta el mar, el bañito y la excursión hasta la toalla otra vez, nos sentamos dispuestas a relajarnos por fin al sol. Mi amiga enciende un cigarrito tranquilamente.Yo no..... Hace un año, tres meses, siete días y diez horas que lo he dejado y estoy muy contenta. Lo llevo muy bien, ya casi ni me acuerdo!
Bueno, pues una vez que estamos en posición para tostarnos (yo no aguanto ni dos minutos tumbada) empiezo a notar algo. Oigo un ruidillo  el cual no sé identificar muy bien. Parecía el sonido lejano de un teléfono y eso no sería nada raro. Estamos en una playa, hay gente.....Normal que a alguien le suene el teléfono ¿no?
Pero yo tenía otra sensación. Notaba como un vinculo entre ese ruido y yo y...... efectivamente. Como que ese sonido era mi móvil, sonando debajo de la arena, enterrado! Ya decía yo.... La relación con mi teléfono es como la de una madre con su hijo, por eso me resultaba tan familiar aquel riiinggg de ultratumba. Ni que decir tiene que las risas que nos echamos se oyeron en 20 km. a la redonda porque claro, genial idea. Un truco perfecto el de esconder las cosas bajo la arena pero.... anda que yo, no ponerlo en silencio..... ayy, Money, Money (me digo no sólo ese día si no constantemente).

Luego la playa te da para mucho. A veces te aburres y te pones a analizar muchas cosas (más de las que ya analizas habitualmente). Por ejemplo:
¿Por qué siempre venimos a la playa de los padres guapos? Si, padres guapos. Esos cuarentones, todavía de muy buen ver, que se pasean o juegan con sus retoños y, lógicamente, con su mujer (ggrrrrrr) y que por lo visto se han juntao todos en esta misma playa. Casualidad oye! No existirá una playa de padres feos digo yo....¿? Es para  que las solteras guapiisimas de la muerte y eso.....solteras podamos estar tranquilas y sin estar viendo continuamente carteles de: se ve pero no se toca.

Y luego ¿os habéis fijado en esas parejas, edad media treinta, treinta y pico? Os pongo el caso: ella tumbada al sol horas, sin moverse porque él, debajo de la sombrilla, aburrido y sin dirigirle la palabra en todas esas horas no la hace ni caso. Está como en una especie de trance y..... oye!  que llega un amigo y de repente se le abren las puertas del cielo! Empieza a hablar, se levanta, se ríe.......está vivo! Chico.....que esto lo hagas después de estar toda la vida con ella pues mal, pero tiene un pase. Ahora, que te ocurra ya, tan joven.... es para hacértelo mirar!

Dos y media de la tarde y diez pecas más en mi nariz que por tener sitio ya lo tienen ya!
Es la hora de la comida y todo el mundo escapa. ¿Por qué? me pregunto yo, que ya sabéis que soy mucho de preguntar. Con lo bien que se está y lo bueno que es comerse el típico "bocata arenado con esencia de salitre y toque de brisa marina".
Y sobre todo comerte el bocata de jamón serrano que me he traído yo hoy. Si....de jamón serrano. Yo soy así. Si me la juego me la juego. Y sin agua....hala, con un par! Es que ya os he dicho que no esperaba venir a la playa y lo único que tenía en la nevera era eso y que oye..... lo mismo que lo que quita frío quita calor, lo que da sed la quitará......o no.....

Ya hemos acabado de comer. Mi amiga se fuma otro cigarro. Yo no porque lo llevo muy bien. Llevo una año, tres meses, siete....... vamos que ni me acuerdo, que lo llevo muy bien!
En el puesto de socorro (estamos casi al lado......tenemos una edad mu mala....) no hace más que llegar gente con picaduras de salvarios y os preguntareis, que ya sé que sois mucho de preguntar, como yo.. ¿y que coño es un salavario? Pues los salvarios, amigos, son unos graciosos pececillos que están enterrados debajo de la arena y si tienes el "gusto" de toparte con alguno de ellos según sales del agua, recordaras ese día no como aquel magnifico día de playa que pasaste tal día de agosto de 2012, si no como el puñetero día en el  que el hijo de la gran......del dichoso salvario te picó en la planta del pié.
A  mi me picó una vez y os lo podría resumir en una profunda reflexión que me hice a mi misma en el momento en el que me estaban curando: "Llora como niña, lo que no has podido aguantar como mujer" Dios mio que dolor!

5 de la tarde. Me aburro. A ver, a gusto.... estoy muy a gusto y no me quiero ir. Pero es que eso de estar tumbada mucho rato tomando el sol pues......como que no.
Así que empiezo a dar vueltas y empiezo con las posturas algunas, por cierto, no muy apropiadas para una señorita y para un lugar público y en el que se está, encima, con muy poca ropa. Pero es que..... me aburro!
Total que te das crema, te pones bien la cinta del pelo, te haces una especie de almohada con la arena, ya te vas acomodando para echar un sueñecito y vaya! Se te ha olvidado hacer el agujero para la nariz!
Cuando te tumbas boca abajo, postura propiamente indicada para la siesta, si giras la cabeza hacia la derecha te duele el lado izquierdo del cuello y si la giras hacia la izquierda te duele el lado derecho. Solución: cara contra la toalla y claro, ¿la nariz? ¿donde la metes? Pues ahí, agujerito y cara perfectamente encajada contra el suelo. Sin olvidarse de respirar, que una cosa es dormir un rato y otra dormir toda la eternidad......

6 y media de la tarde. Es la hora del síndrome del cangrejo. ¿Que qué es eso? Pues es la hora en la que vas viendo poquito a poco como la gente va caminando hacía atrás. Poco a poco. Metro a metro. Arrastrando bolsas y toallas porque si señores, voilá!! ....está subiendo la marea! Lo que antes eran kilómetros y kilómetros entre el mar y tú, en cuestión de segundos se reduce a escasamente un metro y pasa lo que ya os he dicho, que me agobia terriblemente toda la gente apelotonada en un metro cuadrado de tierra. Bueno, en este caso de arena.

Y nada.....el sol se va a esconder detrás de una montaña que está metida en la playa. Sé lo que estáis pensando: el paisaje es idílico y si no ya os lo digo yo, lo es.
Es el momento del día en el que más a gusto te encuentras. Estás tumbada boca abajo, relajada. Tienes los brazos entrelazados y la barbilla apoyada en ellos, casi a ras del suelo, observando a la gente que pasa. Y justo, en el momento que más relajada te encuentras, pasa por delante de tus ojos ella:  "gomilla"!!!
"Gomilla" es el mote que le pusimos a la señora después de ese día y después de ver, casi a menos de diez centímetros lo que vimos.
Señora....bueno, chica de mediana edad. Tendría unos cuarenta y pico pero parecía una señora. Ya me entendéis, cuestión de actitud.
Traje de baño negro. El normal. El clásico de toda la vida. Liso, sin más.
Pero...... y tanto que de toda la vida!! Lo habría heredado de su madre porque..... tenía toda la goma cedida y no precisamente la de los tirantes. ¡¡No!!!!
La imagen, dentro de ese sopor que teníamos, fue terrible. Nos fastidió el día. Aún así y como hacemos una broma de todo le pusimos nombre. Por eso cuando la veíamos todos los días siguientes la llamábamos cariñosamente gomilla. Y a su marido ricillos. Era pa verle también y mejor que no os explique el por qué de su mote.......

Ha sido un día fantástico! Y el resto del verano también. La misma playa, las mismas señoras intentando ponerse pegadas a nosotras. Los mismos padres..... y por supuesto gomilla.
No sé si el verano siguiente será mejor o peor que este. Solo sé que será, seguro, diferente.

Besos, Money.

Esta es la respuesta a la convocatoria hecha por Nergal desde su blog: El cajón de Pandoro. Pinchar AQUÍ y lo entenderéis.