La puerta se cerro de golpe. Esta vez con más fuerza. Me asusté, aunque estaba acostumbrada. Ahora tocaba darle vueltas a la cabeza para saber que es lo que había hecho mal. La respuesta era siempre la misma: dejando dos ventanas abiertas, me volverá a pasar una y mil veces!
Hala! Que bueno! Yo esperando profundidad y drama y ...ahora, pone de una mala leche ese susto con las puertas.
ResponderEliminarLa foto es genial, que graciosa.
Un beso
es buenisimo pero se puede poner alguien otro para un trabajo que tengo que hacer
EliminarIdas de olla que tiene una muy a menudo...... jajajaja
ResponderEliminarBesos
¡Precioso! y además cierto, porque a todos nos pasa.
ResponderEliminarBesazo
¿De verdad? Menos mal!! porque me pego cada susto...!
EliminarBesos
Pues es un texto con mensaje. Creo que Einstein decía algo así como que no puedes repetir el mismo proceso y esperar que el resultado sea distinto. Un beso.
ResponderEliminarTienes toda la razón Susana. Dos ventanas abiertas = portazo que te crió!!
EliminarUn besazo!
Pues yo sí que veo profundidad y drama, y lo digo por lo que dice Susana, tiene un mensaje muy profundo, algo así como:
ResponderEliminarLos humanos nos empeñamos en cometer siempre los mismos errores, esperando que alguna vez el resultado sea distinto (pese a la advertencia de Einstein).
La prueba está en lo de las ventanas y los portazos, aunque eso yo diría que es el menor de los problemas.
Bueno, me voy a cerrar las ventanas, que la puerta no para de darme la lata...
Saludos.
Gracias querido Rojo. Te puedes creer que hace un rato me ha vuelto a pasar otra vez??
EliminarLa moraleja de esto es que el hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma puerta. Y la mujer......ni te cuento!
Besos
jajaja, buenísimo, me has hecho reir preciosa, pero razón tiene Rojo, profundo es... besitos
ResponderEliminarMe alegra haber conseguido esa profundidad mezclado con un toque de humor. Es que si no no sería yo......
EliminarBesos mil
Qué bueno!! Me pasa siempre lo de las puertas...
ResponderEliminarGracias Eva, a que si?? Yo no aprendo y casi todos los días me pasa lo mismo! Total que al final me muero de calor!
EliminarUn beso grande
Microrrelato:
ResponderEliminarEstaba cansada de tantos portazos. Los golpes y los sustos no eran lo mío.
Pero en todas las ciudades y todas las viviendas corre mucho el aire; así que tuve que buscar una solución.
Me instalé en el parque.
Allí sí habían corrientes de aire, pero no habían puertas, luego no se producían portazos. Ni de noche , ni de día.
Fue tal la tranquilidad que sentí, que a partir de ese día, cada vez que tenía que pensar en algo importante, me iba al parque.
Allí levantas el mentón, apuntas con la barbilla a una nube, y puedes pensar sin equivocarte.
El silencio y la brisa ayuda.
Con la de vueltas que le doy yo a las cosas seguro que voy al parque a pensar y soy capaz hasta de ponerle puertas! Complicada que es una.....
EliminarGracias por tu micromediorelato.
Besos
Es deliciosamente simple, y por supuesto simplemente delicioso. Me ha encantado, Money. Has conseguido en medio centenar de palabras que el lector esté pendiente del giro final, y ahí has entrado a matar con algo tan sencilllo, como inesperado. Lo difícil es convertir el agua en vino; el vino en agua lo consigue hoy en día cualquiera...
ResponderEliminarUn besazo.
Joeeer....Alter.....que me pongo roja......
ResponderEliminarMe alegro que te haya gustado y me alegra haber conseguido lo que dices. Cuanto más rebuscadas intentas hacer las cosas peor salen. Creo que simplemente tienes que dejarte llevar por los pensamientos. Eso hice y esto ha salido.
Beso grande
Esto se lo voy a enseñar a mi mujer, mi piso es de los de corrientilla, esta santa esposa mia tiene la manía de abrir todas las ventanas juntas de par en par, incluso en invierno bajo cero, le da igual, claro, las corrientes arrasan con todo.
ResponderEliminarYo en invierno un ratito solo. Lo justo para ventilar. Pero estos días.... que está haciendo un calor de mil demonios por estos lares......todos, todos, todos los días me pego unos sustos de muerte con las dichosas puertas! Y mira que no aprendo!
ResponderEliminarBesos
Bueno, la vida es eso. Dejar ventanas abiertas para que corra el aire. Pero a veces el aire que corre es un huracán y nos jode el jarrón del vestibulo.
ResponderEliminarA mi me ha gustado , porque me ha hecho sonreir y pensar
Un besazo
Si solo nos jodiese un jarrón ni tan mal......
ResponderEliminarGracias y un beso grandísimo guapa!
Hay unos "topecitos" que se ponen en el suelo y evitan que las puertas "vaiveen" al son del viento; existen de varios tipos ... los que encuentro elegantes y prácticos unos que utilizan la fuerza del "imán" para sostener la puerta al "tope" , y lo bueno que tienen es que con unas pegatinas los puedes instalar sin necesidad de taladrar, ensuciar, atornillar ... Los encontrarás en ferreterías y grandes superficies y creo que desde ayer han subido su precio (es por el IVA)
ResponderEliminarUna cosa es "vaivear" y otra muy distinta los sustos que me meten esas dichosas y caprichosas puertas!
ResponderEliminarUffff, estoy en paro.....a partir de mañana no pienso comprar absolutamente nada. Ni un tope....¿Que como voy a vivir? Pues ya os lo iré contando.....
Besos